Cospedal no duda en fotografiarse con los cachorros del PP que hacen apología del franquismo
La presidenta de Castilla-La Mancha evita condenar la simbología fascista, al mismo tiempo que protege a “Los broncaboys” que la jalean en sus visitas oficiales
CARLOS ISERTE/TOLEDO | 15/09/2013
Durante el verano han sido numerosos los cachorros del Partido Popular que han salido del armario franquista, exhibiendo símbolos fascistas, como las banderas del aguilucho y del pollo, o saludando brazo en alto al gusto de los genocidas Hitler, Mussolini y Franco, con una cuidada escenografía donde la explanada de la ignominia del Valle de los Caídos ha sido la preferida por estos militantes y dirigentes de Nuevas Generaciones, que para algunos líder conservadores, como Esteban González Pons, “no merecen estar en el partido”, o forman parte del grupo de “los tontos, porque tontos hay en todas partes”, según Vicente Martínez Pujalte, pero no así para la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal que, lejos de condenar la apología fascista que hacen determinados miembros de NN GG, se fotografía junto alguno de ellos.
Así sucedió el pasado viernes en la localidad ciudadrealeña de Alcázar de San Juan, donde la también presidenta de Castilla-La Mancha se desplazó para inaugurar un nuevo centro educativo construido por el anterior Gobierno socialista. Allí le esperaba un nutrido grupo de miembros de Nuevas Generaciones, entre los que se encontraba Antonio Pozo, vocal de la agrupación juvenil del PP alcazareño y hooligan del golpe de Estado que el dictador Francisco Franco dio en 1936: “Tal día como hoy en 1936 comenzó la conquista de España”, dijo en su Twitter el pasado 18 de julio. Cospedal posó junto a él (en el círculo de la fotografía) en una instantánea donde, además, aparece el consejero de Educación y Cultura, Marcial Marín, y el alcalde de la localidad, el “popular” Diego Ortega, entre otros.
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