10 dic 2013

Un agujero de 20 millones de euros provoca un terremoto político en el Ayuntamiento insignia de IU.

Un informe de la Cámara de Cuentas reveló el total descontrol por parte del Consistorio de Rivas Vaciamadrid sobre la Empresa Municipal de la Vivienda. La Asamblea local de IU pidió la dimisión del concejal de Urbanismo y una auditoría, pero ayer el alcalde, José Masa, cesó a la responsable de Hacienda. De fondo, vuelven a surgir las divisiones que mantienen partida en dos a la Federación en la Comunidad de Madrid


El pasado día 19 de noviembre la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid publicó el informe fiscalizador del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid en los ejercicios 2010 y 2011, poniendo de relieve la existencia de un agujero contable de 20,9 millones de euros en laEmpresa Municipal de la Vivienda (EMV). El Consistorio, en manos de Izquierda Unida desde 1991 y uno de los buques insignia de la Federación que dirige Cayo Lara, está dirigido desde hace diez años por José Masa. Ayer, en un movimiento inesperado, el alcalde anunció el cese de la concejala de Hacienda, Ana María Reboiro, abriendo una crisis de Gobierno sin precedentes.
El motivo es sencillo: la decisión se tomó a espaldas de su equipo y de la Asamblea local de IU, que la semana pasada reclamó la dimisión no de Reboiro, sino del concejal de Urbanismo y exalcalde Fausto Fernández al tiempo que exigió recuperar el control municipal de la EMV -que este último externalizó en 2003- y una auditoría de las cuentas para saber si se habían cometido irregularidades y actuar así legalmente contra los responsables.

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